Libertad a maestros
Visión académica Alfonso Lizárraga Bernal Libertad a maestros
presos políticos Se ha detenido y dictado auto de formal prisión a los profesores Héctor Lara Moreno y Carlos Casto García. Se les acusa de desvío del dinero del Fondo Mutualista, acusación que viene desde hace más de dos años.
Desconocemos los detalles específicos de tal acusación (eso tendrá que dirimirlo el juicio) sobre eso no podemos opinar. Pero lo que sí sabemos, es que las políticas neoliberales pretenden avanzar a una nueva fase de subordinación del sindicalismo.
Desconfiamos en las actuales autoridades y su aplicación imparcial de la justicia. Nuestra desconfianza proviene por la corrupción, la poca credibilidad en la justicia mexicana, el uso mañoso y arbitrario de las instituciones y la aplicación discrecional de las leyes en función de los intereses políticos. Las instituciones por lo regular actúan fuera del Estado de Derecho.
Para empezar, ¿por qué se retrasó tanto la aplicación de una denuncia? ¿Qué circunstancias existen hoy distintas a las anteriores? Las sospechas provienen de los recientes acuerdos entre Elba Esther Gordillo con Calderón y Vázquez Mota de la SEP, para imponer las reformas en educación y las estructurales y los próximos procesos electorales.
Un país, un sistema y un proyecto político-económico que se apoya en tales personajes para avanzar no tiene viabilidad estable. ¿Quién puede creer en instituciones que han tolerado a corruptos como Deschamps (cuyo desfalco es incomparablemente superior)? Lo mismo con Esther Gordillo, o asesinos como Ulises Ruiz, los “Gober preciosos”, o al delincuente confeso Mouriño, o los hermanos Bribiesca o a la pareja Fox que abusó de sus atribuciones al condonar impuestos por miles de millones de dólares a Roberto Hernández, ex dueño de Banamex, lo mismo a la Bimbo, Telmex, Jumex, etcétera, dañando seriamente el erario de México.
¿Quién puede creer en una justicia que se aplica discrecionalmente, que expulsa al general Aponte Polito por hablar claro, directo, públicamente y negarse a acuerdos en lo oscurito? Sin transparencia no puede haber salud institucional.
El asesinato de un jovencito es repugnante, pero quisiéramos ver la misma indignación de Calderón ante el asesinato de las dos jóvenes locutoras indígenas en Chiapas, lo mismo por los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez, o los de Aguas Blancas, Acteal; en fin, de los cientos de asesinatos que mes tras mes se suceden impunemente en el país. En cambio, lo aprovecha para golpetear políticamente.
En estas circunstancias la detención de los profesores Lara y Castro es política. Lo mismo que la persecución de Napoleón Gómez Urrutia, quien se ha negado a negociar con el poder y a entrar en componendas con este sistema. Estamos de acuerdo que se aclare lo del dinero y de todos los dineros de cuanto corrupto hay en el gobierno amafiado con la iniciativa privada.
La lucha del SETE es legítima, lo mismo que la exigencia del pago de los salarios de maestros que han trabajado por más de dos años sin recibir un solo cinco, pretendiendo doblegarles su voluntad de lucha. En cambio, se les ha pagado puntualmente y sin trabajar, a los seguidores de Gordillo y a una larga lista de comisionados, pese a estar al margen de la Ley. ¿Quién puede creer en tal justicia?
Se puede discrepar con el SETE, en particular con la idea luchar separados de la Sección 2, que tiene al mismo adversario: La señora Gordillo y contra la Ley del Issste. La lucha es una sola, democratizar la vida sindical y restablecer el Estado de Derecho en el sindicato y en el País; su lucha es legítima.
Alfonso Lizárraga Bernal es columnista local/académico de la Universidad Pedagógica Nacional.
Nota Publicada: 12/8/2008
Periodico La Cronica .com, Mexico, Baja California, Mexicali, Noticias e Informacion
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