23/10/2025
Educación

»Síndrome de Asperger: fácil de confundir con el autismo

El autismo, el déficit de atención con hiperactividad y el Síndrome de Asperger son trastornos de conducta muy estudiados que pueden tener consecuencias graves en la vida social de quienes los padecen

Este trastorno fue empezado a incluirse en los protocolos clínicos hace relativamente poco. Descrito en los años 40 del pasado siglo por el pediatra y psiquiatra austriaco Hans Asperger, su investigación quedó en el olvido hasta 1981, año en el que la psiquiatra inglesa Lorna Wing, experta en autismo, recuperó el hallazgo clínico y éste fue difundido a nivel internacional.
Fácil de confundir con distintos grados de autismo, este trastorno afecta a entre tres y siete de cada mil niños españoles, según datos que manejan expertos y la Federación Asperger. La proporción podría ser muy similar a nivel planetario.
La dificultad de diagnóstico hace que muchas personas lo padezcan en todo el mundo sin saberlo. Algunos enfermos diagnosticados recientemente han relatado sus experiencias a los medios asegurando que en muchas ocasiones la detección precoz del problema depende de la intuición de los familiares más directos. Los especialistas asistentes a los congresos celebrados hasta la fecha sobre el Síndrome de Asperger emplazan a los padres de los posibles afectados a que acudan a aquellos porque esto redundará no solo en beneficio del enfermo sino porque impulsará una mayor sensibilidad social y conocimiento sobre la patología.
El caso del ciberpirata
Un caso relativamente conocido de paciente con Síndrome de Asperger ha sido el del británico Gary McKinnon, un hombre de 42 años acusado de la mayor operación de ciberpiratería en la historia de Estados Unidos.
Washington ha pedido a Londres la extradición del ciberpirata, lo que le expone a una pena de setenta años de cárcel en una prisión de alta seguridad. Esta demanda ha levantado voces críticas en el Reino Unido argumentando que McKinnon es solo un enfermo y debe de ser tratado como tal.
El británico ha sido acusado de entrar ilegalmente en la memoria de noventa y siete ordenadores de la Armada y el Ejército estadounidenses, de la NASA y el Pentágono, entre febrero de 2001 y marzo de 2002, hechos que él ha admitido aunque aduciendo en su descargo que en ningún caso lo hizo con mala intención.
Simon Baron-Cohen, profesor de la Universidad de Cambridge y experto en trastornos de comportamiento, justificó las acciones del acusado por el síndrome que padece, por lo que “la actividad de McKinnon no puede considerarse un hecho delictivo”.
“Ingenuidad social”
El experto explicó, el pasado enero, en rueda de prensa en Londres que el proceder obsesivo de McKinnon es típico de la “ingenuidad social” de las personas que sufren el síndrome de Asperger. Esa enfermedad produce “una visión de túnel que hace que, en persecución de la verdad, las personas no ven las potenciales consecuencias sociales para otras” y “su encarcelamiento sería cuestionable porque alguien afectado por esta patología difícilmente soportará ese entorno”.
McKinnon fue descubierto cuando trataba de descargar fotografías de la NASA que él creía que habían sido manipuladas para ocultar pruebas de la existencia de vida extraterrestre. Según los norteamericanos, que reclaman su extradición, el ciberpirata pretendió “de forma intencionada y calculada influir en el Gobierno de Estados Unidos mediante la intimidación y la coerción”.
Los afectados del Síndrome de Asperger, al contrario de lo que ocurre con los autistas, no suelen presentar retraso. Algunos tienen incluso un coeficiente de inteligencia muy elevado. Se cree que Isaac Newton, uno de los padres de la física, estaba afectado por este mal.
El caso de McKinnon podría ser un paradigma. Según su madre, Janis Sharp, desde que era niño se interesó por la actividad extraterrestre y con sólo diez años ingresó en la Asociación Británica de Investigaciones sobre los OVNIS.
La progenitora de McKinnon cree que la demanda de extradición obedece a una especie de “rabieta” de los norteamericanos, “a quienes mi hijo puso en ridículo y ahora ven en él un blanco fácil”, a pesar de que las instituciones estadounidenses en cuyos ordenadores entró no tenían clave de acceso.
La hija de bacharach y Dickinson
Un caso más triste fue el de Nikki Bacharach, la hija del cantante y compositor Burt Bacharach y de la actriz Angie Dickinson, quien se suicidó a los 40 años en su casa de Thousand Oaks (norte de Los Angeles), a comienzos de 2007.
La única hija del matrimonio de artistas –Bacharach y Dickinson llevaban divorciados desde 1980- fue diagnosticada con el síndrome de Asperger poco después de su nacimiento prematuro y su lucha diaria contra esa forma de autismo quedó documentada en la canción: “Nikki”, que le dedicó su padre. La canción resaltaba la gran sensibilidad que tenía la mujer fallecida, a pesar de las rutinas obsesivas que condicionaban su existencia.
Investigaciones recientes han determinado que mientras los autistas tienen afectados los dos hemisferios cerebrales, el síndrome de Asperger solo afecta al derecho. Por ello es difícil detectar el problema en los primeros años de vida en niños que demuestran excelentes habilidades verbales (vocabulario, memoria auditiva). Sin embargo, con el paso del tiempo los afectados comienzan a presentar signos de hiperactividad, y se vuelven obsesivos (a veces preguntan reiteradamente, y con un gran nivel de angustia, por la hora y la fecha del día) y solitarios.
Otro síntoma que puede denotar la existencia de la patología es la falta de reciprocidad social del afectado. Por ejemplo, durante una conversación éste insiste en un tema sin tener en cuenta las razonamientos de los demás. Al igual que en el trastorno autista, se observan patrones de conducta, intereses y actividades repetitivos, de acuerdo con el “Manual de los trastornos mentales”, de los psiquiatras López-Ibor Aliño y Valdés Miyar.
No obstante, el pronóstico para los afectados por el síndrome de Asperger es mucho más esperanzador que el de los autistas, pues los estudios de seguimiento sugieren que, al llegar a la edad adulta, muchos individuos son capaces de obtener un empleo y ser autosuficientes en la vida.

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