Imposible comprender a México sin Carlos Monsiváis
El escritor del pueblo
Luego de esperar un largo rato, Citlalli montó la primera guardia de la mañana. “Después de Monsiváis, ¿Quién va a escribir para nosotros?”, se preguntan personas de a pie que admiraron al intelectual más querido
Carlos Monsiváis “era la puntita del alfiler que estaba dándole y dándole; nunca se guardó lo que pensaba”. Con estas palabras se soltó a hablar la mañana del domingo Citlalli Martínez, una mujer mayor que, desde los rumbos del Aeropuerto, llegó a las siete de la mañana al Museo de la Ciudad de México a despedir al escritor.
Iba acompañada de su hijo, un joven que acaba de terminar la Prepa, pero que no consiguió entrar a la universidad. Se llama Oxlahuntikultunabku (que en lengua maya quiere decir 13 cielos), sin embargo, por lo extenso de su nombre, se presenta como Martínez Torres.
Citlalli, como su hijo, como los esposos José Manuel Arce y Alicia Delgadillo, como el director de un círculo de lectura de Tamaulipas -que viajó toda la noche- son parte del grupo de lectores, oyentes, admiradores y fans del periodista, escritor, activista, defensor de causas sociales. Ajenos a los reflectores y anónimos, por iniciativa propia decidieron ir a despedir al escritor que falleció al medio día del sábado en esta ciudad.
Pero ni Citlalli ni su hijo, ni otra decena de personas pudieron entrar de inmediato porque desde las dos de la madrugada el Museo fue cerrado; la indicación de los policías es que sólo cuando llegara la familia, las puertas se abrirían de nueva cuenta. Algunos de esos visitantes madrugadores optaron por irse. Citlalli, sentada en un cartón, en un extremo de la puerta del Museo, decidió quedarse a esperar su oportunidad.
Siempre se mueren tres
La noche del jueves, Martínez Torres oyó a su madre hacer cuentas: “Se fue Gabriel Vargas, siempre se van en triada ¿quién sigue?”
Dos noches después, la mujer tenía todo listo para salir hacia el Museo de la Ciudad, pero se detuvo por la lluvia, por el cansancio que traía su hijo y también por el convencimiento de que “era difícil para el pueblo llegar a meterse ahí. A esa hora se estaban tomando las fotos los exhibicionistas del país”.
En la mañana de ayer, Citlalli llevaba 45 minutos esperando para entrar y entonces dijo: “Él tiene una trayectoria muy grande en las letras, con un sentido agudo, crítico, fue un gran analista. Una gente siempre, siempre, siempre a la vanguardia de los acontecimientos que van sucediendo en este país, en nuestro país, que es nuestro y lo hemos dejado en manos de gente que no sabe valorar, que se ha agringado, que ha hecho una porquería. Si como pueblo, con todas las herramientas que nos dejó él, no tomamos las riendas del país ¿qué nos queda?”
¿Qué animó a Citlalli a venir hasta el Museo? “Que no todos los días se mueren; o vas hoy, o vas hoy”. Por eso semanas atrás, también fue a despedir a su tumba a Gabriel Vargas, “el que le enseñó a leer a este país”.
Los lectores de un maestro
El nombre de Carlos Monsiváis ocupa buena parte de la playera de Juan Marcos González López, fundador de un Círculo de Lectura de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, quien viajó la noche del sábado y a las seis de la mañana del domingo estaba en la puerta del Museo para acompañar al maestro.
El nombre de su círculo de lectura lo tomó del cronista porque éste “era un hombre de la cultura, ciento por ciento público, que convivía con la gente”. Maestro, con 25 años de trayectoria, Juan Marcos González López recuerda que tuvo un cálido encuentro con Monsiváis, el 5 de diciembre de 2006, cuando el nombre del escritor quedó asentado en su grupo de lectores.
Residente de Ecatepec, José Manuel Arce se enfadó el sábado con su esposa cuando le dio la noticia:
“‘¿Cómo crees?’, le dije. Es molesto que nos maten a un personaje del tamaño de Monsiváis, la mente más lúcida de México. Después de Monsiváis ¿quién va a escribir para nosotros? Ni modo que Carlos Fuentes”.
José Manuel Arce y su esposa, Alicia Delgadillo, decidieron ir a acompañar al famoso escritor en su sepelio por “puro cariño a nuestros intelectuales críticos que se nos han ido yendo. ¿Quién va hablar ante un gobierno rapaz, funesto, al que el ser se le ha olvidado y que cree que el tener lo es todo”.
“Cuando escuché la noticia quise llorar -cuenta Alicia Delgadillo-. Veníamos siguiendo su enfermedad desde comienzos de abril… Yo lo que siento es que es mejor que esté aquí en este Museo a que sea en Bellas Artes. Ahí los que se van a vanagloriar son los del Gobierno Federal y él era un crítico del Gobierno Federal. Él quería que el pueblo estuviera con él; no quería estar solo”.
Los otros visitantes
La intimidad de las primeras horas de la mañana fue lo que el periodista Julio Scherer García, fundador del semanario Proceso, quiso aprovechar para asistir al sepelio. A la entrada del Museo, se encontró con ese pequeño grupo de personas y con la puerta cerrada.
El periodista intentó que lo dejaran pasar: “Entienda, fue una amistad de años”. Pero no hubo respuesta, hasta 20 minutos más tarde.
No quiso hablar. “¿Serían vanalidades, nimiedades. No hay palabras”.
Cuando las puertas se abrieron, Scherer, acompañado por Rafael Rodríguez Castañeda y por Salvador Corro, también de Proceso, pidió que dejaran pasar a todos los que afuera esperaban. Adentro, el periodista guardó silencio unos minutos a unos cuantos metros del féretro, cubierto por las banderas de México, de la UNAM y de la comunidad lésbico gay, que horas antes el flautista Horacio Franco había dejado allí. Citlalli, su hijo y Juan Marcos González López, montaron la primera guardia de la mañana. Minutos después, llegaron al edificio la presidenta de Conaculta, Consuelo Sáizar, la tía del escritor, María de Jesús Monsiváis y amigos. A las 9:50 la carroza con partió hacia Bellas Artes.
Otras voces
La noche anterior, entre escritores, editores, intelectuales y artistas, un mariachi y un trío acompañaron al escritor. Algunos miembros de la comunidad lésbico gay también se acercaron con una bandera para recordar al escritor:
Subido en una silla para exhibir la bandera multiculor, Armando Franco, de la Organización Cuenta Conmigo, Diversidad Sexual Incluyente A.C., recordó que Monsiváis fue muy importante para el grupo porque desde hace muchos años se preocupó por los jóvenes. “Se preocupó por nuestra comunidad para que tuviera un espacio en el cual pudieran refrendar sus derechos. Aunque el maestro no hizo comentarios muy específicos sobre este tema, siempre estuvo con nosotros, siempre lo seguimos en la lectura. En este país, en cada generación, año tras año, hubo gente que se identificó con los ideales del gran Monsiváis”.
http://www.eluniversal.com.mx/cultura/63210.html
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La muerte del “maestro” recorre todo el mundo

La muerte del escritor mexicano Carlos
Monsiváis ha sido difundida por gran parte de los diarios y portales más importancia del mundo, pero principalmente por los de habla hispana.
El trabajo del escritor, que nació en la ciudad de México el 4 de mayo de 1938, ha sido reconocido globalmente.
El periódico español El País se refiere a la muerte de Carlos Monsiváis como una tragedia que suma a las muchas que ha sufrido el país.
“Ante cada sacudida de este país, fuera ésta provocada por el gran terremoto de 1985 generado en las entrañas de la tierra guerrerense, o por las secuelas de las heridas que dejan los recurrentes zarpazos autoritarios de los políticos mexicanos de todos los colores, Monsiváis aparecía apenas unas horas después con una versión que no concedería tregua a quienes pretendían minimizar los hechos con eufemismos y simulaciones”, señala el diario español.
Con su muerte, indica la versión on line del diario español, el escritor mexicano Carlos Monsiváis “ha obrado una más de sus singulares hazañas”.
Refirió que una fibrosis pulmonar se llevó este sábado al escritor, que había sido hospitalizado del 2 de abril.
“Carlos Monsiváis retrató las contradicciones y peculiaridades de la vida cotidiana de los mexicanos. Sus textos, críticos y mordaces, se convirtieron en una de las principales referencias de la cultura mexicana”, señaló.
El diario agregó que el también periodista mexicano estuvo sus dos últimos meses de vida en terapia intensiva y recordó que el propio escritor afirmaba que “nadie me dice Carlos”, pues la mayoría se dirigía a él con un respetuoso “maestro” o un cariñoso “Monsi”.
Otro de los diarios más reconocidos de España, El Mundo, en su versión on line, lamentó la muerte de un escritor “prolífico, de agudeza intelectual, por lo que se le consideraba como un indispensable analista de la vida nacional”.
La información anterior la destacan en su portada on line con una foto del escritor mexicano acompañado por uno de sus 13 queridos gatos.
El diario La Vanguardia, también de España, resaltó el fallecimiento del mexicano, “el cronista mayor de México, considerado como una voz imprescindible de la literatura de este país”.
“Monsiváis (ciudad de México, 1938) representa un raro paradigma de escritor que cultivaba, y bien, todos los géneros, un intelectual comprometido con las causas cívicas más nobles”, sostuvo.
Indicó que por su trascendencia en la vida cultural, Calos Monsiváis ha sido llamado “el último escritor público de México”, y “la conciencia imprescindible”, debido a su gran apoyo a los movimientos sociales de México.
Las reacciones en Sudamérica
La prensa sudamericana se unió a las reacciones de duelo y aseguró ayer que el mexicano Carlos Monsiváis dejó una “inconmensurable herencia”.
El diario chileno El Mercurio tituló en su sección cultural “Adiós al implacable cronista” y definió a Monsiváis como “un intelectual que rescató la cultura popular sin hacer distinciones entre la alta y la baja cultura”. Recogió la opinión de la escritora chilena Carmen Berenguer, quien dijo que “es una gran pérdida. Era una persona valiosísima y, tal como Saramago, uno de esos autores que ya se están yendo y que tuvieron la valentía de decir cosas; justo en la medida donde tiene que decirse, sin capitular”.
“Criticaba todo. Era un gran cronista, dedicado a la crónica sociológica. Sus temas eran político-culturales”, agregó.
El periódico La Tercera señaló por su parte que Monsiváis “fue el gran cronista de México y uno de los renovadores de la crónica en América Latina. Retrató la cultura mexicana, desde sus ídolos populares al arte y la política, con ironía y sentido crítico”.
En Venezuela, El Nacional informó que el escritor “se destacó por su sólida defensa de la dignidad de los latinoamericanos y por su crítica de la globalización”.
El diario El Universal, por otra parte, colocó en su sección internacional una amplia nota titulada “El adiós de Monsiváis”, en la que indicó que el mexicano era “un lúcido e irónico analista de la sociedad y la política del país”.
Agregó que el escritor mexicano “Carlos Monsiváis, identificado con la izquierda, fue un ácido crítico de la clase política de su país, sobre todo del Partido Revolucionario Institucional (PRI) , que gobernó al país por 71 años seguidos”.
En Ecuador, el diario El Telégrafo definió al fallecido escritor como un “prolífico ensayista” e “irónico crítico”´ de la realidad de México, tras lo cual reseñó su abundante producción intelectual.
Por su parte, el periódico El Comercio se refirió a su militancia de izquierda, a su carácter incisivo e irónico, y recogió la opinión de la escritora y periodista mexicana Elena Poniatowska, quien lo definió como “la piedra en el zapato de la vida de México”.
El Tiempo, de Colombia, cita: “El mundo de la literatura sigue de luto. Tan sólo un día después de la muerte del Nobel portugués José Saramago, falleció el escritor mexicano Carlos Monsiváis, a los 72 años”.
Se refiere a Monsiváis como un maestro de la crónica y el ensayo, “autor mexicano incansable, con una implacable capacidad crítica, que ejerció incluso contra las fallidas políticas de la izquierda. Enemigo de la cultura como manifestación ajena al pueblo y a la gente, era común su presencia en festivales, ferias y presentaciones de libros de otros amigos escritores, ya que la mayor parte de su reconocimiento y admiración lo obtuvo de otros importantes autores como el poeta José Emilio Pacheco o el también mexicano Sergio Pitol”.
Citó la relación que mantenía el escritor mexicano con Colombia, donde estuvo en varias oportunidades, una de ellas en el IV Congreso Internacional de la Lengua Española de 2007.
El Heraldo tituló “Murió la conciencia de México” y calificó al mexicano como uno de los escritores y ensayistas más prolíficos de México, tras lo cual valoró su “estilo crítico e irónico con el poder”.
En Argentina, el diario La Nación apuntó que murió “el gran cronista de la vida mexicana, que retrató con inteligencia la cultura, la política y la cotidianidad de su país. Creía en el destino ineludible de una cultura latinoamericana”.
Recordó que en una entrevista con el medio argentino dijo que “se está produciendo una integración desde adentro, una tendencia que es cada vez más fuerte”, tras lo cual apuntó que “la gran deuda de la región es la justicia”.
El Nuevo Día, de Puerto Rico, también destacó el deceso del mexicano.
En todos los diarios se ha hecho mención y dado reconocimiento a varias de sus obras, como Días de guardar (1970); Notas sobre la cultura mexicana en el siglo XX en Historia General de México (1976); Amor perdido (1976); El Crimen en el cine (1977); las antologías La poesía mexicana del Siglo XX (1966), Poesía mexicana II, 1915-1979 (1979); A Ustedes Les Consta. Antología de la Crónica en México (1980 y Lo fugitivo permanece. 21 cuentos mexicanos (1984).
Considerado un gran cronista de la vida cotidiana de los mexicanos, del arte y de sus personajes populares, escribió multitud de ensayos, un libro de fábulas, así como biografías de personajes que han dejado huella en la vida mexicana.
En el resto del mundo
El periódico americano The Angeles Times, en su página de Internet no tiene algún espacio para el mexicano, pero en sus obituarios lo destaca. “Carlos Monsiváis mueres a los 72 años de edad, fue un autor y activista mexicano”, dice la cabeza del obituario.
“Carlos Monsiváis deja una gran leyenda en la literatura mexicana, además fue un gran crítico de la política y sociedad mexicana”, se puede leer en los primeros párrafos de la edición.
Una pequeña biografía de autor la acompaña, así como una lista de sus libros más importantes y de sus participaciones en varias acciones sociales, como el movimiento de 1968.
Por su parte, el portal bbc.co.uk, de Inglaterra, consideró al mexicano como un escritor prolífico, de agudeza intelectual, un indispensable analista de la vida nacional, indicó. “Lo mismo escribió críticos artículos periodísticos que crónicas sobre actores o encuentros deportivos. Fue, además, participante en movimientos políticos y ciudadanos”, cita el portal. (Con información de agencias)
http://www.eluniversal.com.mx/cultura/63213.html
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La ciudad no será igual sin Monsiváis: Ebrard

El Gobierno del Distrito Federal organizó actividades en el Teatro de la Ciudad para recordar al escritor
El jefe de gobierno capitalino, Marcelo Ebrard Casaubón, aseguró esta tarde aquí que «la Ciudad de México no será la misma sin Carlos Monsiváis, quien nos formó, mostró y a veces nos acompañó» .
Al rendir un homenaje a la obra y figura del coleccionista mexicano, ante sus cenizas colocadas en el centro del escenario del Teatro de la Ciudad, Ebrard dijo que junto con la obra escrita de Carlos Monsiváis queda para el mundo la enseñanza crítica y la reflexión.
Recordó que luego del Museo Nacional de Antropología, el Museo del Estanquillo es el más conocido del país.
«A Carlos Monsiváis lo vamos a tener siempre y en esta ciudad, siempre estará su presencia enriquecedora» , puntualizó el jefe de gobierno, quien antes de su intervención saludó efusivamente a la señora Beatriz Sánchez Monsiváis, prima del escritor y autor de numerosas novelas, ensayos y traducciones que en el último tercio del siglo XX dio a conocer al mundo el pulso de la Ciudad de México.
Por su parte, la secretaria de Cultura local, Elena Cepeda, destacó que podríamos decir sin equivocarnos que con la muerte de Carlos Monsiváis «el rostro de la ciudad de México ha perdido los ojos que la hacían verse a sí misma en todo el abismo de su desigualdad y en toda la riqueza de sus tradiciones más entrañables.
La funcionaria cultural subrayó también que los mexicanos podemos decir que con la muerte de Carlos Monsiváis » hemos perdido a un escritor extraordinario, a un crítico tenaz y agudo de las atrocidades del poder y a un orientador social, como lo ha calificado Elena Poniatowska «.
Pero lo fundamental, agregó Elena Cepeda, es reconocer que con la muerte de Carlos Monsiváis » hemos perdido su presencia física, sus palabras cotidianas, pero a la vez podemos reivindicar que nos ha dejado una ciudad, la Ciudad de México que él construyó y que está en todos sus libros y todas sus frases».
A las palabras de la Secretaria de Cultura siguió la proyección, en el mismo Teatro de la Ciudad, de un video documental en el que los asistentes que colmaron el aforo del recinto pudieron observar el devenir de la existencia de Carlos Monsiváis, a través de una narración emotiva y sensible que lo mostró en toda su grandeza de intelectual y de ser humano que siempre fue.
cvtp / sc
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Un sentimiento de orfandad, de vacío, de ¿qué sigue ahora?, de ¿quién será la brújula? fue unánime entre la comunidad cultural y el público que ayer acudió al Palacio de Bellas Artes a decirle adiós a Carlos Monsiváis.
A las 10 horas arribó al palacio de mármol la carroza con el cuerpo del escritor, proveniente del Museo de la Ciudad de México. Entonces, ya había una fila de personas que esperaban para despedirse o participar en las guardias de honor. Escritores, artistas, amigos, familiares y funcionarios estuvieron en la ceremonia que se prolongó por tres horas.
De ese sentimiento de vacío hizo eco la escritora Elena Poniatowska, amiga personal del periodista y narrador, cuando preguntó: “¿Qué vamos a hacer sin ti Monsi, ahora que te has ido?”.
Carlos Monsiváis Aceves fue recordado como “una figura ética”, como “la brújula a seguir”, como uno de los “últimos herederos de la tradición intelectual de la Reforma Mexicana”, como “el intelectual más consecuente y honesto de nuestros tiempos” y como “una de las figuras señeras de la cultura contemporánea”.
Entre flores y un papalote
En la primera guardia de honor estuvieron la presidenta de Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Consuelo Sáizar; la secretaria de Cultura de la ciudad de México, Elena Cepeda; la directora del Palacio de Bellas Artes, Teresa Vicencio; el director del Fondo de Cultura Económica, Joaquín Díez Canedo, y el titular de la Secretaría de Educación Pública, Alonso Lujambio, a quien un hombre que se encontraba en la fila le gritó: “Afuera Lujambio. ¿Tú qué haces aquí. Es una falta de respeto a él como persona”.
Porras, aplausos, vivas, bravos y goyas dedicó el público al escritor; la música de Telemann y Bach, interpretada por el flautista Horacio Franco acompañó por momentos la ceremonia. Sobre el féretro estaban las banderas de México, de la UNAM y de la comunidad gay, también un papalote con la caricatura de Monsiváis.
Laura Esquivel, Sabina Berman, Marta Lamas, Andrés Manuel López Obrador, Rafael Barajas El Fisgón, Julio Scherer, Carlos Prieto, José María Pérez Gay, María Rojo, Jesusa Rodríguez, Eduardo Lizalde, Javier Garciadiego, Cristina Pacheco, Denisse Dresser, formaron guardias de honor en torno del féretro que ocupaba el pasillo principal del Palacio de Bellas Artes, recinto donde años atrás se despidió a figuras como Frida Kahlo, Octavio Paz, Mario Moreno Cantinflas y María Félix.
La huella de un escritor
“Ahora estarás con Saramago, a quien también podrás dar un abrazo”, dijo la escritora Elena Poniatowska en un emotivo discurso, en el que recordó al escritor como “la nobleza misma, el compromiso, la defensa de los derechos humanos, la indignación y llanto de Acteal”. Y entonces preguntó: “¿Qué vamos a hacer sin ti Monsi, si eres el enfrentamiento más lúcido al autoritarismo presidencial, el enfrentamiento más lúcido a las actitudes absurdas, cuando no corruptas de las dos Cámaras, el enfrentamiento más lúcido a los abusos del poder”.
Previamente, Consuelo Sáizar, titular de Conaculta, expresó: “Con la partida de Carlos Monsiváis termina el siglo XX mexicano, cuya segunda mitad Carlos cronicó, relató, analizó, criticó, cifró para su generación y para la historia”.
La actriz y senadora María Rojo —quien anunció que el miércoles el Senado hará un homenaje al escritor— dijo: “Carlos Monsiváis era como el corazón de la ciudad. Era el pulso de México. No hay nadie que llene el vacío que deja ahorita, no hay nadie, hombre o mujer”.
En el mismo sentido, la escritora Laura Esquivel expresó: “Lo vamos a extrañar muchísimo, no sólo en el movimiento social y político, sino en la vida cultural y artística de este país”.
Sobre su legado cultural al país, la dramaturga Sabina Berman opinó: “Nos deja un vocabulario, un abecedario para la democracia. Deja un casorio tenaz con la verdad y la honestidad intelectual”.
El escritor Adolfo Castañón consideró que la muerte de Monsiváis es una pérdida incalculable para el país: “Es un lector, un ciudadano mexicano que se tomó muy al pie de la letra su vocación como escritor, su llamado para dar testimonio de su tiempo. Carlos Monsiváis es una de esas figuras señeras de la cultura contemporánea, como lo fue Octavio Paz, como lo es José Emilio Pacheco, como lo es Gabriel Zaid. Tuvo gran sentido del humor, gran originalidad, gran fidelidad a sí mismo, eso, en un país tan cruzado y en unos tiempos tan enrevesados como los que vivimos, creo que es una gran lección”.
Tras los discursos de la escritora Elena Poniatowska y Consuelo Sáizar, y entre vivas y aplausos del público, un mariachi interpretó música de José Alfredo Jiménez. El autor de Amor perdido fue despedido con Las golondrinas.
A las 13 horas, el féretro salió del Palacio de Bellas Artes para ser conducido en un último recorrido por el Centro Histórico de la ciudad de México y luego fue trasladado hasta el Panteón Español, donde su cuerpo fue incinerado.
Las cenizas del cronista descansarán en el Museo del Estanquillo, confirmaron Araceli y Beatriz Sánchez, primas del destacado escritor.
Este lunes, a las 13 horas, en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, se llevará a cabo un homenaje a Carlos Monsiváis. (Con información de agencias).
La última foto con la política
En el homenaje póstumo a Carlos Monsiváis, los políticos, sometidos por años al escarnio que documentaba nuestro optimismo, mantuvieron su distancia del escritor y cronista mexicano.

Enviado por el titular del Ejecutivo, el secretario de Educación Alonso Lujambio estuvo un par de horas en el recinto, donde escuchó en varias ocasiones, frases de repudio, que rechazaban su presencia.
“¡Fuera Lujambio! ¡Fuera Lujambio! ¡Farsante! ¡Vete!”, salpicaban las palabras desde el anonimato que permitía la nutrida fila, que en ese momento contó con la presencia del grupo del Estanquillo, amigos del cronista. Alonso Lujambio mantuvo el rostro inalterable.
Andrés Manuel López Obrador, que acudió un día antes al Museo de la Ciudad de México, recordó: “Fue defensor de causas justas, porque no se dejó cooptar por el régimen”.
Tampoco por el tabasqueño: el 1 de agosto de 2006, luego de bloquear Paseo de la Reforma, Monsiváis, quien simpatizó con su postulación a la Presidencia, Monsi hizo pública una carta en la que cuestionó su decisión.
“El bloqueo, no el plantón, es un hecho de insensibilidad profunda que lastima una causa que es de muchísimos. ¿Cómo se puede presionar a los poderosos con algo que en primera y última instancia perjudica a las clases populares”, expresó el escritor en esa ocasión.
Antes, el ataud de Monsi, cubierto con tres banderas —la de México, la de la UNAM y la del arco iris— y un ramo de flores blancas, fue colocado en medio de aplausos que se repitieron a la menor provocación.
“¡Se ve, se siente, Monsi, está presente!… ¡Se ve, se siente, Monsi, está presente!…”, gritaban las personas.
Una manta negra colgada desde el piso de arriba, una foto ampliada de Carlos Monsiváis con uno de sus gatos con el principio y el fin de una vida generosa (1938-2010) como la calificó Sara, ferviente lectora, apretada en la fila.
En Bellas Artes, las figuras de la política y de la música enviaron coronas florales como las del diputado Alejandro Encinas, el jefe del GDF Marcelo Ebrard y su esposa Mariagna Prats, el senador Graco Ramírez, el gobernador de Querétaro José Calzada y la de Los Tigres del Norte.
Las dependencias Conaculta y Radio Educación sumaron presupuesto para enviar una corona floral conjunta.
La fila de dolientes choca con fotógrafos, camarógrafos y reporteros, lo que activa las exigencias de respeto, porque “¡esto no es un espectáculo!”
Al mediodía, con libros de Monsiváis bajo el brazo, se engrosó la hilera de personas que repiten en voz alta algún párrafo de su obra, como si estuvieran en un concurso literario. Sus lectores suman una mayoría en el duelo.
Asistieron el ex coordinador del PRD en la Cámara de Diputados Javier González Garza, su ex compañero en la bancada perredista Salvador Martínez Della Rocca e Inti Muñoz, que ahora se encarga de coordinar el Fideicomiso del Centro Histórico.
El acto paralizó de las 10 de la mañana a las 13:30 horas las actividades de Bellas Artes, por lo que alumnos de la secundaria 131 se integraron a la fila, “para no desperdiciar la visita”.
Como si estuviera jugando de visitante, Lujambio se fue entre repudios; después se fue López Obrador, cobijado con un “¡hay que protegerlo!” que lanzó un espontáneo en medio de decenas de policías. Había terminado el homenaje luctuoso organizado por el gobierno federal al ensayista que los acusó de practicar el autoengaño.
Monsivais, pieza clave para comprender a México
Monsiváis se interesó por los más diversos temas; desde los más complejos, como el Movimiento de 1968, hasta personajes de la farándula como “Mario Moreno, “Cantinflas” o Pedro Infante, de quien se declaró admirador de su obra.
Sáb, 19/06/2010 – 15:10
México.– Autodefinido como «un simple lector», el prolífico escritor mexicano Carlos Monsiváis, quien hoy murió aquí, utilizó como herramientas la inteligencia y la ironía y se caracterizó como una de las voces y plumas críticas y narrativas de la época actual importantes del país.
Personaje imprescindible para entender el México contemporáneo, Monsiváis se interesó por los más diversos temas; desde los más complejos, como el Movimiento de 1968, hasta personajes de la farándula como “Mario Moreno, “Cantinflas” o Pedro Infante, de quien se declaró admirador de su obra.
Sus innovaciones técnicas y la diversidad de registros que pueden observarse en sus textos, cambió la faz del género de la crónica de manera tal que ningún cronista mexicano posterior a él, está exento de su influencia.
Monsiváis nació en la Ciudad de México el 4 de mayo de 1938. Estudió Economía y Filosofía y Letras en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y desde muy joven colaboró en los más importantes suplementos culturales y revistas del país.
Se desempeño como secretario de redacción de las revistas Medio Siglo (1956-1958) y Estaciones(1957-1959). Ha hecho programas para Radio UNAM, como «El cine y la crítica», que se transmitió durante más de 10 años. Además de ser director de la colección de discos Voz Viva de México, de la máxima casa de estudios.
Monsiváis fue becario del Centro Mexicano de Escritores (1962-1963 y 1967-1968) y del Centro de Estudios Internacionales de la Universidad de Harvard (1965).
Su curiosidad universal, su eficaz escritura y su capacidad de síntesis le permitieron desentrañar los aspectos fundamentales de la vida cultural y política mexicana, por lo que gran parte de su obra se ha publicado en casi todos los periódicos del país o transmitido oralmente.
Sus crónicas, género que desarrolló con pasión, se han recopilado en diversos libros entre los que destacan «Principios y potestades» (1969), «Días de guardar» (1971) y «Amor perdido» (1976), este último basado en algunas figuras míticas del cine, la canción popular, el sindicalismo, la militancia de izquierda, los políticos y la burguesía mexicana.
«De qué se ríe el licenciado» (1984), «Entrada libre, crónicas de la sociedad que se organiza» (1987), «Escenas de pudor y liviandad» (1988) y «Los rituales del caos» (1995), son otras de sus crónicas sobre los más diversos temas.
También es autor del texto narrativo «Nuevo catecismo para indios remisos» (1982), además la biografía «Frida Kahlo: Una vida, una obra» (1992).
Entre sus ensayos se encuentran «Características de la cultura nacional» (1969) o «Historias para temblar: 19 de septiembre de 1985» (1988).
También es autor de la selección y el prólogo de las antologías «La poesía mexicana del siglo XX» (1966), «Los narradores ante el público» (1969), «A ustedes les consta» (1980) y «Jorge Cuesta (1986)».
Carlos Monsiváis, quien puso el dedo en la llaga de las heridas sociales con la más fina ironía y la más dramática puntera, se convirtió en ojo crítico inexorable para comprender las manifestaciones culturales del momento.
Su potencia creativa que le otorgó a la crónica permitió que se le considere no sólo un subgénero o género menor, sino que fue revalorado en el ámbito literario en México.
De acuerdo con sus críticos, su obra tiende a un doble registro: los movimientos sociales y los grandes personajes, la política y el espectáculo, la cultura popular y la alta cultura.
Para el autor, esta doble vertiente es inexistente pues no hay verdaderas fronteras entre tales fenómenos y contextos. De hecho, ya en su Autobiografía (elaborada a los 28 años de edad), escribió: “acepté esta suerte de autobiografía con el mezquino fin de hacerme ver como una mezcla de Albert Camus y Ringo”.
El reconocimiento a su obra le llegó desde 1977, con el Premio Nacional de Periodismo, por el género de crónica y a la fecha se cuentan alrededor de 33 galardones, el útimo fue el doctorado “honoris causa” por la Universidad Autonoma de San Luis Potosí.
Sus aportaciones a la sociedad fueron múltiples, entre ellas el Museo del Estanquillo, que partió de su propia colección privada en el que lo mismo se le rinde homenaje a caricaturistas de la talla de Gabriel Vargas, con su famosísima “Familia Burrón” o Eduado del Río, “Rius” o bien a grandes genios del arte.
Su colección de más de 12 mil objetos que le llevó más de 30 años atesorarlos, le han permitido a este recinto realizar las más diversas curadurías donde la figura de Monsiváis siempre está presente de una u otra forma.
Entre sus más recientes trabajos literarios se encuentra el ensayo «Yo te bendigo, vida», sobre la vida y la obra de Amado Nervo, publicado en el 2002. Sin dejar de lado los innumerables cursos y conferencias que continúa impartiendo en México y el extranjero.
En marzo del presente año, presentó su más reciente libro, “Apocalipstick” en el que muestra a la Ciudad de México como una asamblea de lugares.
Desde hace varios años, Carlos Monsiváis había sostenido una batalla contra una fibrosis pulmonar que lo llevó en varias ocasiones al hospital. Era frecuente verlo en sus presentaciones con un tanque de oxígeno y sensiblemente cansado.
Entre sus aficiones, se encontraban sobre todo la lectura, los gatos que rondaban siempre en su domicilio de la colonia Portales, en la Ciudad de México y la cinematografía.
Lamenta Elena Poniatowska la muerte de su amigo Carlos Monsiváis | |
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Sábado 19 de Junio, 2010 | Hora de creación: 16:16| Ultima modificación: 16:16
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![]() En entrevista, Poniatowska agregó que la cabeza de Carlos Monsiváis era una guía para los intelectuales de este país, ya que en su mayoría lo consultaban para escribir sus libros incluso, para recibir consejos de manera personal. Recordó que además de colegas eran grandes amigos desde 1956, cuando platicaron por primera vez. Por ello, la muerte del escritor es una pérdida dolorosa en lo personal, para Elenita, como la llaman sus amigos. Dijò que el legado que deja el poeta es incalculable, toda vez que su obra es gigantesca, abarca muchos campos, como la crónica, análisis, el ensayo, periodismo; era crítico de pintura y de política. En el ámbito laboral, realizaron crónica juntos, principalmente en los escenarios que dejó el terremoto de 1985. Agregó que era un intelectual muy preocupado por su país y que por ello decidió incursionar en la lucha social, con lo que se ganó ser la voz que más pesaba en el medio, por su gran espíritu crítico; además nadie poseía la información y generosidad que tenía. La escritora indico que durante su estancia en el hospital fue a visitar a su amigo, pero no tuvo suerte, «Fui al hospital a verlo, pero estaba en terapia intensiva y estaba inconsciente, lo vi unos días antes de que se hospitalizara, pues participamos en un programa de televisión», apuntó. Elena Poniatowska lamentó que apenas este viernes murió José Saramago y este día Carlos Monsiváis, de quienes dijo que eran dos grandes hombres de izquierda, uno en Europa que obtuvo el Premio Nobel de Literatura, otro en México, que dio todo de sí durante, su estancia en esta vida. http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=513681 ———————————————————————- Perfil de Monsiváis ![]() MÉXICO, D.F.(SUN)Carlos Monsiváis Aceves fue uno de los escritores contemporáneos mexicanos de mayor relevancia y reconocimiento nacional. http://www.lacronica.com/EdicionEnLinea/Notas/Nacional/19062010/453790.aspx ————————————————————————
Comunidad literaria recuerda a Carlos Monsiváis![]() Cristina Pacheco recuerda la risa de Monsiváis. NTX
Figuras como Carlos Fuentes, Elena Poniatowska y Cristina Pacheco hablan de lo que el escritor significó en sus vidas Muere Carlos Monsivais (artículo)
Museo del Estanquillo lamenta el deceso (artículo) PERFIL : Carlos Monsiváis CIUDAD DE MÉXICO (19/JUN/2010).- Personalidades literarias lamentan el deceso del escritor, ensayista y cronista mexicano.Carlos Fuentes No hemos perdido a Carlos Monsiváis; un escritor no se muere porque deja una obra. No se pierde a Monsiváis: se ha ganado a Monsiváis para siempre».Así habló desde Londres el escritor Carlos Fuentes. El novelista recordó que convivió desde hace medio siglo con el autor de libros como «Días de guardar», «Amor perdido» y «Nuevo catecismo para indios remisos», y que fueron grandes amigos. «Fue un muy querido amigo casi desde que él estaba en la Preparatoria y yo en la Escuela de Derecho. Mantuvimos una larga amistad de casi 50 años en que creo que él me dio mucho y yo le di mucho a él. «Tuvimos una relación afectuosa, muy creativa, creo que lo más importante para mí es mi relación personal con Carlos Monsiváis. La relación de amistad que mi esposa Silvia y yo tuvimos con él. «Pero enseguida hay el grandísimo escritor que renovó el género del ensayo en México, lo sacó de modos un poco anticuados y le dio una vitalidad, una novedad, una capacidad de abarcar todos los temas de la vida de México, social, cultural, política, que lo convierte seguramente en el más importante ensayista moderno de México. «Era un hombre de letras excepcional. La cultura literaria de Monsiváis era muy amplia y, por último, era un espíritu, un espíritu vivo, un espíritu audaz, un espíritu crítico. Era un hombre animado por el espíritu, aunque él quizás negaría lo que estoy diciendo, pero es la verdad». Ante la pregunta por la coincidencia de cómo la ciudad de México está presente tanto en la obra de Carlos Monsiváis como en sus libros, Carlos Fuentes señaló: «Cómo no. Nadie abarcó esta ciudad que se nos fue de las manos, que creció mucho desde el momento en que pude escribir una novela sobre la ciudad, «La región más transparente»; ahora no podría hacerlo porque son muchas las ciudades de México. «Sin embargo, Monsiváis tuvo esa capacidad para ver el todo, para ver el conjunto metropolitano: sus altas, sus bajas, sus caídas, sus ascensos, sus excentricidades, sus valores, poner en duda, reírse de algunas cosas, aplaudir otras, es una labor extraordinaria en relación con la ciudad». -¿Pierde México también a un luchador social sin igual? Elena Poniatowska Recordó que además de colegas eran grandes amigos desde 1956, cuando platicaron por primera vez. Por ello, la muerte del escritor es una pérdida dolorosa en lo personal, para Elenita, como la llaman sus amigos. Dijó que el legado que deja el poeta es incalculable, toda vez que su obra es gigantesca, abarca muchos campos, como la crónica, análisis, el ensayo, periodismo; era crítico de pintura y de política. En el ámbito laboral, realizaron crónica juntos, principalmente en los escenarios que dejó el terremoto de 1985. Agregó que era un intelectual muy preocupado por su país y que por ello decidió incursionar en la lucha social, con lo que se ganó ser la voz que más pesaba en el medio, por su gran espíritu crítico; además nadie poseía la información y generosidad que tenía. La escritora indico que durante su estancia en el hospital fue a visitar a su amigo, pero no tuvo suerte, «Fui al hospital a verlo, pero estaba en terapia intensiva y estaba inconsciente, lo vi unos días antes de que se hospitalizara, pues participamos en un programa de televisión» , apuntó. Elena Poniatowska lamentó que apenas este viernes murió José Saramago y este día Carlos Monsiváis, de quienes dijo que eran dos grandes hombres de izquierda, uno en Europa que obtuvo el Premio Nobel de Literatura, otro en México, que dio todo de sí durante, su estancia en esta vida. Cristina Pacheco Pacheco, quien hace uno días fue reconocida por el Programa ‘Memoria del Mundo’, de la UNESCO, por su programa de televisión ‘Aquí nos tocó vivir’, dijo con evidente pena que le cuesta trabajo, mucho trabajo asimilar la noticia’. La comunicadora mexicana recordó que fue compañera de Carlos Monsiváis en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ‘y aunque él iba más adelante que yo, fuimos grandes amigos’. Por esa razón, dijo ‘Carlos Monsiváis es una persona entrañable en mi vida’, y evocó con lágrimas enjugadas las clases, los amigos comunes, el cine y sobre todo las caminatas que compartió con quien prontod estacó como escritor. ‘Todo queda ahora como una experiencia de vida’, dijo Pacheco, quien ante el impacto de la infausta noticia se declaró incompetente para hacer, en este momento, un análisis de la trascendencia de la portentosa obra que deja Monsiváis. Monsiváis falleció hoy, víctima de un problema pulmonar, en el Instituto Nacional de Nutrición Salvador Zubirán , a donde ingresó el pasado 2 de abril. Para Pacheco, la muerte de Carlos Monsiváis Aceves (Ciudad de México, 4 de mayo de 1938) , el crítico irónico, el autor de numerosos libros que registran el devenir económico, histórico, social y político del país,’es una gran pérdida’. Instalada en su domicilio particular, donde recibió la mala nueva, la entrevistada reiteró que le representa un enorme esfuerzo creer que Carlos Monsiváis, el cronista de la vida urbana de esta nación, ya haya muerto. Finalmente recordó que ‘Monsi’ -como le decían sus amigos- estudió en las facultades de Economía y de Filosofía y Letras de la UNAM, y que fue uno de los participantes activos del movimiento estudiantil de 1968 episodio del que escribió ampliamente.
Adolfo Castañon El escritor mexicano Adolfo Castañon, lo ha considerado como «el último escritor público en México», ya que no sólo cualquier mexicano lo ha escuchado o leído, sino que todos fueron capaces de reconocerlo en la calle.Podría decirse que se trata del padre de la crónica moderna en México, cuyas innovaciones técnicas y la diversidad de registro que pueden observarse en sus textos cambiaron la faz de este género periodístico de manera tal que ningún cronista mexicano posterior a él, está exento de su influencia. Su potencia creativa que le otorgó a la crónica le permitió que se le considere no sólo un subgénero o género menor.
‘Monsiváis no ha muerto’: Carlos Fuentes
MÉXICO, D.F.(SUN)«No hemos perdido a Carlos Monsiváis; un escritor no se muere porque deja una obra. No se pierde a Monsiváis: se ha ganado a Monsiváis para siempre».
Así habló desde Londres el escritor Carlos Fuentes. El novelista recordó que convivió desde hace medio siglo con el autor de libros como «Días de guardar», «Amor perdido» y «Nuevo catecismo para indios remisos», y que fueron grandes amigos. «Fue un muy querido amigo casi desde que él estaba en la Preparatoria y yo en la Escuela de Derecho. Mantuvimos una larga amistad de casi 50 años en que creo que él me dio mucho y yo le di mucho a él. «Tuvimos una relación afectuosa, muy creativa, creo que lo más importante para mí es mi relación personal con Carlos Monsiváis. La relación de amistad que mi esposa Silvia y yo tuvimos con él. «Pero enseguida hay el grandísimo escritor que renovó el género del ensayo en México, lo sacó de modos un poco anticuados y le dio una vitalidad, una novedad, una capacidad de abarcar todos los temas de la vida de México, social, cultural, política, que lo convierte seguramente en el más importante ensayista moderno de México. «Era un hombre de letras excepcional. La cultura literaria de Monsiváis era muy amplia y, por último, era un espíritu, un espíritu vivo, un espíritu audaz, un espíritu crítico. Era un hombre animado por el espíritu, aunque él quizás negaría lo que estoy diciendo, pero es la verdad». Ante la pregunta por la coincidencia de cómo la ciudad de México está presente tanto en la obra de Carlos Monsiváis como en sus libros, Carlos Fuentes señaló: «Cómo no. Nadie abarcó esta ciudad que se nos fue de las manos, que creció mucho desde el momento en que pude escribir una novela sobre la ciudad, «La región más transparente»; ahora no podría hacerlo porque son muchas las ciudades de México. «Sin embargo, Monsiváis tuvo esa capacidad para ver el todo, para ver el conjunto metropolitano: sus altas, sus bajas, sus caídas, sus ascensos, sus excentricidades, sus valores, poner en duda, reírse de algunas cosas, aplaudir otras, es una labor extraordinaria en relación con la ciudad». -¿Pierde México también a un luchador social sin igual? – Yo creo que lo gana porque Monsiváis como escritor no ha muerto, su obra está ahí. Un escritor no se muere porque deja una obra; no se pierde a Monsiváis: se ha ganado a Monsiváis para siempre. ——————————————————
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Muere Carlos Monsiváis
A partir de las 21:00 horas, los restos del escritor serán trasladados al Museo de la Ciudad de México, ubicado en avenida Pino Suárez 30
El escritor mexicano Carlos Monsiváis falleció este sábado a las 13:48 horas en el área de terapia intensiva del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición «Salvador Zubirán», por insuficiencia respiratoria, informó la Secretaría de Salud en un comunicado.
FALLECE CARLOS MONSIVÁIS Crítico e irónico, Carlos Monsiváis fue, según el poeta José Emilio Pacheco, el único escritor «que la gente reconoce en la calle». (Foto: Archivo /EL UNIVERSAL )
A partir de las 21 horas, los restos del escritor serán trasladados al Museo de la Ciudad de México, ubicado en avenida Pino Suárez 30, Centro Histórico, informó la Secretaría de Cultura.
Desde el pasado 2 de abril, el autor de «Amor perdido» ingresó a este centro hospitalario para recibir tratamiento; sin embargo, en las últimas semanas su estado de salud se complicó.
Carlos Monsiváis Aceves nació en Ciudad de México el 4 de mayo de 1938. Crítico e irónico, el autor fue según el poeta José Emilio Pacheco, el único escritor «que la gente reconoce en la calle».
Considerado un gran cronista de la vida cotidiana de los mexicanos, del arte y de sus personajes populares, escribió multitud de ensayos, un libro de fábulas, asi como biografías de personajes que han dejado huella en la vida mexicana como Salvador Novo.
Estudió en la Facultad de Economía y en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), fue uno de los participantes del movimiento estudiantil de 1968 que, según los mexicanos, abrió una puerta a la democracia.
Con un trabajo diario en la prensa escrita y en la televisión, así como en foros públicos, Monsiváis fue uno de los grandes difusores de la cultura mexicana.
El escritor fue sido distinguido con numerosos premios, entre ellos el Príncipe Claus que otorga Holanda (1998), la medalla Gabriela Mistral que entrega Chile (2001) y el Premio FIL de Literatura de Guadalajara (antes Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo) de 2006, así como con un Doctorado Honoris Causa de la Universidad de Arizona (2006).
vsg
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Luto en el Museo del Estanquillo
Carlos Monsiváis heredó a los mexicanos 20 años de su historia, expresaron directivos del Museo del Estanquillo, tras lamentar el deceso del escritor, periodista y cronista, ocurrido a las 14:00 horas de hoy en el Hospital de Nutrición «Salvador Zubirán» , víctima de una fibrosis pulmonar.
El Museo del Estanquillo/Colecciones Carlos Monsiváis se une a la pena que embarga a México, a familiares, amigos y a la comunidad cultural, por el sensible fallecimiento del maestro Carlos Monsiváis, fundador de este recinto.
Nacido el 4 de mayo de 1938 en la Ciudad de México, el maestro Carlos Monsiváis dedicó su prolífica vida a reflexionar sobre México, su historia, y las múltiples vertientes que tiene nuestra sociedad.
Desde libros señeros como Días de guardar (1970) hasta Pedro Infante: las leyes del querer guardar (2008) ha sido el Gran cronista social, político y cultural por antonomasia del México de los últimos 40 años, siempre desde una mirada crítica a nuestra sociedad.
Su visión del país, sus inquietudes, su mirada sociológica y antropológica, siempre atenta a los cambios y a las luchas sociales, lo llevó, desde muy joven, a iniciar una colección que hoy tiene más de 14 mil piezas y que son la representación de sus propias crónicas.
Objetos que, seguramente, otros coleccionistas no hubieran reparado en ellos; son piezas que de no ser por Carlos Monsiváis escasamente hubieran trascendido o se hubieran extraviado, pero al estar reunidos por él, establecen un diálogo fascinante sobre la vida política, social y cultural de este país.
Los temas que han forjado sus textos, intervenciones públicas, sus ideas políticas y sus charlas privadas, se ven reflejados en objetos como fotografías, obra gráfica, caricaturas, arte popular, documentos inéditos y raros para la historia de México, mismos que hablan de las inquietudes del maestro.
‘Monsiváis recorrió desde los lugares más conocidos -como La Lagunilla o la Plaza del Angel-, hasta las colecciones privadas más importantes, pasando por personas que, sin colección, podían tener algún objeto que a él le interesara, de esa manera su colección se nutrió de múltiples fuentes’, señal el Museo del Estanquillo.
A lo largo de los años sólo él supo, qué iba comprando, porqué lo compraba y qué significación adquiría cada pieza en el conjunto de la colección que con talento, esmero y dedicación reunió a lo largo de su vida.
Monsiváis logró crear un Patrimonio cultural para México de un incalculable valor, en ella confluyen ideas e inquietudes, derroteros y rutas para proyectar a México hacia el futuro.
El 23 de noviembre del 2006, en el emblemático edificio de la antigua joyería de «La Esmeralda» , del Centro Histórico, el Museo del Estanquillo abrió sus puertas por decisión del Gobierno del Distrito Federal y el apoyo de la Fundación del Centro Histórico para albergar la colección de Monsiváis, con la finalidad de que esta fuera objeto, como el deseaba, del disfrute social.
En estos años, más de 600 mil mexicanos han podido apreciar, gozar y aprender de las colecciones de Monsiváis en más de 17 exposiciones (varias de ellas itineran actualmente en el país y en el extranjero) , apoyadas tanto por el gobierno del Distrito Federal, como por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.
Entre las muestras destacan «En Orden de Aparición » , «De San Garabato al Callejón del Cuajo» , «Te Pareces tanto a Mi» , «Teodoro y Susana Torres: la Escultura de la radición» , y la que se presenta desde el pasado 8 de marzo «México a través de las Causas» que fue inaugurada por el propio maestro Monsiváis.
El cine, la literatura, las arte plásticas, la poesía, la política, el humor, el teatro, los fotógrafos, los grabadores, todos desfilan a lo largo de esta rica colección. Monsiváis no omitió nada.
Reunió a la República en torno a su visión, a su crítica de la sociedad Mexicana.
Su vocación política y emoción social le llevaron a construir un discurso que a través de los objetos, lo muestran como un coleccionista brillante, lúcido, agudo, con un profundo amor al país.
‘Hoy México pierde parte de su propia voz, de su mirada. Hoy México pierde una parte fundamental de su identidad, pierde parte de si mismo, pierde a su conciencia nacional’, apuntó finalmente la fuente.
vsg
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Entérate Los premios de Monsiváis
El intelectual mexicano fue condecorado por varias universidades del país y el último galardón le fue otorgado por la UNAM el pasado mes de mayo
RECONOCIDO El escitor Carlos Monsivaís fue multipremiado en México y el extranjero (Foto: Archivo EL UNIVERSAL )
Premios:
2009
Premio Nacional de Periodismo de México por trayectoria.
2008
Premio Miguel Caxlán, Seminario Teológico Presbiteriano de México.
2006
Premio Iberoamericano Ramón López Velarde, gobierno de Zacatecas.
2006
Premio FIL de Literatura de Guadalajara (antes Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo).
2005
Premio Nacional de Lingüística y Literatura por el gobierno federal de México.
2000
Premio Anagrama de ensayo, por Aires de familia: Cultura y sociedad en América Latina.
1998
Premio Príncipe Claus para la Cultura y el Desarrollo, gobierno de Holanda.
1998
Premio Lya Kostakowsky de ensayo literario.
1995
Premio Xavier Villaurrutia, por Los rituales del caos.
1995
Premio Nacional de Periodismo, del Club de Periodistas de México.
1988
Premio Manuel Buendía.
1986
Premio Jorge Cuesta.
1977
Premio Nacional de Periodismo de México en crónica.
Otros reconocimientos:
2010
Doctorado honoris causa, Universidad Nacional Autónoma de México
2009
Doctorado honoris causa, Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
2008
Doctorado honoris causa, Universidad Autónoma de Nuevo León.
2008
Presea Sor Juana Inés de la Cruz, Universidad del Claustro de Sor Juana.
2008
Medalla de Oro de Bellas Artes.
2008
Medalla 1808, gobierno del Distrito Federal.
2008
Honoris Causas Perdidas», Universidad Autónoma de la Ciudad de México
2007
Medalla Rosario Castellanos, gobierno de Chiapas.
2007
Doctorado Honoris causa, Universidad Veracruzana.
2006
Doctorado Honoris causa, Universidad de Arizona.
2005
Doctorado Honoris causa, Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Perú.
2001
Medalla Gabriela Mistral, gobierno de Chile.
2000
Doctorado Honoris causa, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.
1995
Doctorado Honoris causa, Universidad Autónoma Metropolitana.
1980
Maestro Honoris causa, Universidad Autónoma del Estado de México
1979
Doctorado honoris causa, Universidad Autónoma de Sinaloa
mdp
Carlos Monsiváis cumplirá 72 años

Carlos Monsiváis cumplirá este martes 72 años. Nacido el 4 de mayo de 1938, el escritor ha pasado hospitalizado las últimas semanas por problemas respiratorios. La semana pasada, autoridades hospitalarias informaron que dejaba la sala de terapia intensiva, pero que su estado seguía lo bastante delicado como para seguir internado.
El ensayista, escritor, cronista y coleccionista de objetos populares sufre fibrosis pulmonar y fue ingresado en el hospital Salvador Zubirán, de ciudad de México.
La Universidad Nacional Autónoma de México tiene previsto otorgarle el Doctorado Honoris Causa el próximo 23 de septiembre, en el marco de las celebraciones del Centenario de la máxima casa de estudios, junto a otras 15 personalidades, entre ellas el escritor peruano-español Mario Vargas Llosa.
Autodefinido como “un simple lector”, Monsiváis es una de las voces y plumas críticas y narrativas más importantes del país.
Periodista, cronista, ensayista y narrador, Monsi, como se le conoce, parece estar en todas partes para comentar sobre cualquier tema.
Monsiváis estudió Economía y Filosofía y Letras en la UNAM. Colaboró en importantes suplementos culturales y revistas a lo largo de cuatro décadas. Ha hecho programa de radio y televisión, ha sido activista de distintas causas y su apoyo políticos siempre ha sido de conocimiento público.
Sus crónicas se han recopilado en diversos libros: Principios y potestades (1969), Días de guardar (1971) y Amor perdido (1976), este último basado en algunas figuras míticas del cine, la canción popular, el sindicalismo, la militancia de izquierda y la burguesía mexicana. Su coelcción de bojetos populares conforma el acervo del Museo del Estanquillo.
Entre los galardones que ha recibido están el Premio Nacional de Periodismo 1988, el Premio Xavier Villaurrutia 1995 y el Premio Anagrama de Ensayo.
Redacción (con información de Notimex)
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Lanzan libro sobre Carlos Monsiváis El volumen titulado La conciencia imprescindible incluye 16 ensayos de jóvenes escritores nacidos entre los años 70 y 80 |
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NOTIMEX Quien así se pronunció fue el periodista, escritor y editor Braulio Peralta, (Tuxpan, Veracruz, 1953) al comentar, la víspera en esta ciudad, la aparición del libro «La conciencia imprescindible. Ensayos sobre Carlos Monsiváis» , que recoge 16 ensayos de jóvenes escritores nacidos entre los años 70 y 80. Peralta participó en el lanzamiento del libro editado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) , a través del Programa Cultural «Tierra Adentro» , de la Dirección General de Publicaciones (DGP) . Es un compilado coordinado por Jezreel Salazar, presentado en el Museo del Estanquillo. Tras leer el libro, Peralta comentó que aunque todo mundo encasilla a Monsiváis como un ensayista, en realidad es, sobre todo para los jóvenes escritores que participaron en la confección del volumen, «Un multifacético, un escritor que ha cambiado generacionalmente para analizar su entorno». Explicó lo anterior al señalar que lo que sí define claramente la obra completa de Carlos Monsiváis es que se trata de un autor moralista, comprometido siempre con la lucha por la democracia. Si embargo, dijo, a la fecha sólo tres libros y 50 escritores se han ocupado de la vida de este reconocido intelectual. Los comentarios sobre «La conciencia imprescindible. Ensayos sobre Carlos Monsiváis», corrieron también a cargo de Jezreel Salazar y Vicente Alfonso en una polémica mesa moderada por Antonio Barquet. En la mesa se dijo que el escritor, cronista y crítico Carlos Monsiváis (ciudad de México, 4 de mayo de 1938), es una de las figuras más notables de la vida cultural del México contemporáneo. Su presencia está lo mismo en revistas, periódicos, radio, televisión, coloquios, museos, antologías y traducciones. En el libro, 16 escritores dedican igual número de ensayos en los que se analizan, desde una joven perspectiva, no sólo la prosa de Monsiváis, sino al hombre mismo, al mito y al personaje iconografiado, uno de los más representativos de la sociedad intelectual, dentro y fuera de México. Los ensayos se agrupan en apartados de acuerdo con el tema y planteamiento de cada uno de los autores, y al igual que la obra que analizan, contienen una diversidad de puntos de vista tan variada como el escritor al que se dedican. En esta miscelánea se encuentran textos desde académicos hasta personales. El primer apartado, » Tradiciones de la escritura «, está dedicado a la obra del escritor de Portales. Lobsang Castañeda, Mayra Luna, Vicente Alfonso y Marco Antonio Chavarín analizan los textos de crónica y la forma en que Monsiváis aborda el lenguaje y sus posibles influencias decimonónicas. La segunda selección, » Evoluciones intelectuales «, es el recuento de caminos por los que ha transitado la escritura de Monsiváis, de la manera como ha evolucionado a partir de Alfonso Reyes y del nacionalismo cultural. Son ensayos de Gabriel Wolfson, Ignacio M. Sánchez Prado y José Mariano Leyva. Luego viene » Desciframientos críticos «, de Rafael Toriz, Liliana Pedroza, Oswaldo Zavala y Martha Patricia Reveles y Zazil Collins, donde analizan los intereses del cronista, sus inclinaciones urbanas, su afición a la lucha libre, su papel de intérprete de la pintura mexicana y su posición ante el cine nacional. En » Retrato Múltiple», último apartado, Alberto Villarreal, Karla Olvera, Ximena Peredo y Gabriela Valenzuela Navarrete, escriben sobre la figura pintoresca del Monsiváis personaje, el coleccionista, y llaman la atención la reflexión del porqué es tan difícil traducir la literatura de Carlos Monsiváis. mzr |
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